Miles de años avalan a esta terapia manual, la reflexología, que consiste en dar una serie de masajes en puntos clave del cuerpo para lograr beneficios en otros órganos. Técnica que se puede hacer en las plantas de los pies, la reflexología podal, donde encontramos terminaciones nerviosas que conectan con partes de nuestro organismo. Así, con la presión adecuada, también en el rostro y en las manos, lograremos numerosos beneficios para nuestra salud, tanto a nivel físico como mental.

Reflexología para mejorar nuestro descanso

Gracias a la reflexología se estimula la circulación sanguínea y el sistema linfático, se mejora el estreñimiento, se reduce la tensión muscular y nos alivia cuando tenemos problemas digestivos. A todo esto, debemos sumar su potente efecto relajante lo que hace que nos ayude a conciliar el sueño. Pero aún hay más, ya que logra que este sea de mayor calidad.

Con este masaje se reduce la sensación de fatiga, con lo que ya tenemos un punto a nuestro favor para ir poco a poco relajándonos. Además, es el momento perfecto para que se vayan despejando todas las tensiones que se acumulan en la zona del cuello, nos olvidemos del estrés y nuestras piernas vayan dejando de lado esa sensación de pesadez.

Un estupendo remedio no solo para esas personas mayores que sufren de insomnio, sino también para las que les cuesta quedarse dormidas o tener un buen descanso por las noches.

Los puntos claves que invitan al sueño

Lo mejor es regalarnos una placentera sesión con un fisioterapeuta para que nos ayude a la hora de beneficiarnos de estas rutinas saludables. Así, durante esos minutos de reflexología, este profesional manipulará los puntos clave para conciliar el sueño:

  • Los dedos de los pies están conectados con la cabeza y el cerebro y si se presiona la que se conoce como glándula pineal (lado externo del dedo gordo del pie) se segrega melatonina que es la responsable de controla nuestros ciclos de sueño.
  • Trabajando manualmente la zona del comienzo de los dedos nos estaremos yendo al cuello y los hombros, por lo que se podrá liberar la tensión acumulada en esas zonas.
  • En la bola del pie tenemos las terminaciones nerviosas que nos unen con el pecho y los pulmones. El punto perfecto para calmar nuestra respiración y favorecer esa sensación de relajación. Y debajo de esa misma localización activaremos el diafragma, con lo que lograremos fomentar una calma profunda.

Fuente: Templo de masajes

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