Puede sonar como un tratamiento de spa minimalista, pero el masaje para bebés es en realidad uno de los secretos mejor guardados de la crianza de los hijos. Las investigaciones muestran que el masaje suave y terapéutico proporciona una sana estimulación al sistema nervioso central de los bebés.
El masaje para bebés es la antigua práctica de aplicar una presión suave y regular sobre el cuerpo de un bebé para su bienestar físico, mental y emocional. Si bien el masaje para bebés se ha practicado durante siglos en regiones como India, Pakistán y África, fue popularizado en Occidente por Vimala Schneider McClure durante la década de 1970.
Paso # 1: Escoge el momento adecuado
El mejor momento para un masaje exitoso es cuando tu bebé esté más relajado. Intenta programar un masaje para inmediatamente después de un cambio de pañal o un baño.
Paso # 2: Mantenlo suave (y tómalo con calma)
Antes de comenzar el masaje, asegúrate de quitarte los anillos o joyas de las manos. Luego, acuesta suavemente a tu bebé sobre una toalla o manta suave con una almohada debajo de la cabeza para que te mire. Asegúrate de que tu bebé esté desnudo hasta el pañal antes de hacer esto.
Paso # 3: Masajea
No hay un orden específico para realizar un masaje de bebé, pero hay técnicas probadas con el tiempo que la mayoría de los bebés disfrutan. Por ejemplo, al trabajar la parte inferior del cuerpo, trata de enrollar tus manos alrededor de sus piernitas y deslízalas hacia arriba y hacia abajo lentamente, varias veces. Una vez que hayas avanzado hasta el estómago, coloca las yemas de tus dedos alrededor del área de su ombligo y gíralas en el sentido de las agujas del reloj, luego en sentido contrario.